DIÁLOGOS DEL ALMA
Cómo aman nuestras manos
Señor Sinay:
Quiero pedirle una opinión sobre lo que está sucediendo con respecto a la comodidad y el confort, trasladados a las relaciones amorosas. Tengo 30 años, soy soltera, y muchas veces me dicen que no tengo novio porque "pretendo demasiado". Me pregunto: ¿la búsqueda del confort hoy ha eliminado el afán de esforzarse por seducir al otro? Conmovida por la película Wall-E (en el futuro toda la gente vive sentada en un sillón; las máquinas lo hacen todo por uno), percibo que los hombres de hoy no quieren "complicaciones": "Nos vemos si tenemos tiempo", "Si me queda de paso, te visito", "Si se da, salimos", "Te llamo si puedo", etcétera. El afán de querer las cosas fáciles y rápido está matando el encanto de la seducción verdadera, de "trabajar" un poquito para sorprender, con una pequeña fantasía, al otro. |