INICIATIVA DEL GOBIERNO
Lanzaron el plan laboral para jóvenes

Entre los destinatarios hay 380.000 que no estudian, notrabajan ni tampoco buscan empleo.

De los 600.000 jóvenes que estarán alcanzados por el plan de capacitación que instrumentará el Ministerio de Trabajo para personas de 18 a 24 años, 380.000 -es decir, dos tercios del total- son inactivos: no estudian y no trabajan, pero tampoco buscan activamente un puesto de empleo. Los otros 220.000 sí son buscadores de empleo. Y ambos grupos tienen en común el hecho de que se trata de jóvenes con un nivel de formación de hasta el ciclo secundario sin completar.

El objetivo del programa de la cartera laboral anunciado ayer es no limitarse a los jóvenes que están considerados desocupados desde el punto de vista estadístico -quienes buscan trabajo y no encuentran- sino intentar llegar también a los inactivos, que son quienes no realizan búsquedas.

Tal como se informó en la edición de ayer, el plan "Jóvenes con más y mejor trabajo" fue presentado ayer en un acto en la Casa de Gobierno, que encabezó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

El plan se propone cumplir sus metas en un plazo de cuatro años y cuenta con financiamiento del Banco Mundial. Su costo será de 600 millones de pesos.

Mientras realicen cursos de capacitación o para completar su educación, los beneficiarios percibirán un ingreso mensual de entre 50 y 225 pesos, dependiendo de las tareas. Esos pagos se efectuarán en concepto de pasajes y refrigerios, becas de estudio y asignaciones de estímulo. Y serán suspendidos si el beneficiario no cumple con la asistencia a los cursos a la que se haya comprometido.

Según lo previsto, luego de hacerse la convocatoria para acercar a los jóvenes al plan, se les brindará información y orientación sobre temas tales como la realización de búsquedas de empleo. Esas tareas se realizarán a través de áreas especializadas en las oficinas de empleo que dependen del Ministerio y que están distribuidas en distintas localidades de todo el país.

Luego se derivará a los jóvenes a diferentes cursos, según las necesidades de las demandas de las empresas de cada zona y "los intereses vocacionales de las personas".

Otro paso será la realización de prácticas calificantes en las compañías que participen del programa. "El objetivo es que las empresas abran sus puertas para calificar", dijeron en la cartera laboral, intentando diferenciar el régimen de una pasantía laboral. Se establecerá que esas prácticas no podrán tener una duración superior a los 6 meses, con jornadas de entre 4 y 6 horas diarias.

La última etapa prevista es la del servicio de intermediación laboral: se buscará dar apoyo para buscar un puesto en una empresa, o para desarrollar iniciativas emprendedoras.

Entre las metas fijadas, se definió que, del grupo total de beneficiarios, 200.000 jóvenes retomarán sus estudios primarios o secundarios, además de realizar cursos de formación profesional. Por su parte, serán 100.000 los que accederán a las prácticas en compañías privadas, donde contarán con un tutor que los acompañará. Y se estima también que 10.000 desarrollarán microemprendimientos o alguna experiencia de autoempleo.

Todos los que ingresen en el plan, en tanto, tendrán acceso a actividades de orientación para reforzar sus posibilidades de acceder al empleo.

Según datos de la Secretaría de Empleo, serán varios los recursos que se movilizarán para hacer frente al desarrollo del programa, además de las 250 Oficinas de Empleo con sus áreas específicamente dedicadas al tema.

Según lo planificado, trabajarán en conjunto los gobiernos provinciales y 250 municipios, 500 instituciones de formación profesional, 700 organizaciones no gubernamentales y áreas gubernamentales dedicadas al tema de la juventud, 6000 empresas y la red de Responsabilidad Social Empresaria y Trabajo Decente -un grupo de cámaras sectoriales y compañías en particular que comenzaron el año último a trabajar en ese tema con la cartera laboral.

Según datos de Trabajo, elaborados sobre la base de los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, el segmento poblacional de los jóvenes es el que tiene la tasa de desocupación más alta y, además, es el sector en el que menos mejoró la situación laboral desde el inicio de la reactivación económica. Así, entre 2003 y 2007, mientras que la tasa de desocupación general cayó del 20,4 al 8,1%, es decir, un 60,3%, el índice de desempleo entre quienes tienen de 18 a 24 años disminuyó bastante menos: del 39,8 al 20%, es decir, un 49,7 por ciento.

Las dificultades que enfrentan los jóvenes no son sólo para acceder a un empleo, sino también para poder permanecer en el puesto, si es que logran llegar. Eso indica que existe muchas veces un acceso a puestos de baja calidad.

Los datos oficiales muestran que cerca del 80% de los jóvenes desocupados tuvieron ya alguna experiencia laboral (lo que indicaría un alto grado de rotación entre ocupaciones), en tanto que sólo un 20% busca un empleo por primera vez.