MAR DEL PLATA.- A la tarde, en la playa. A la noche, en los bares. Y hasta última hora de la madrugada, también en las discotecas. El consumo de alcohol y drogas casi no sabe de descansos y en las localidades balnearias bonaerenses comienzan a aparecer las primeras consecuencias: más de medio centenar de jóvenes ya fueron atendidos en guardias hospitalarias con cuadros de intoxicación, entre ellos seis adolescentes.

Dos de los internados, de 18 y 23 años, ingresaron en las salas de emergencia en estado de coma alcohólico y debieron permanecer internados hasta su recuperación.

Los datos son oficiales, corresponden a las guardias hospitalarias de Mar del Plata, Necochea, Villa Gesell, Mar de Ajó, Pinamar, San Cayetano y Santa Teresita y surgen de un informe aportado a LA NACION por la Subsecretaría de Adicciones del Ministerio de Salud bonaerense, que hace menos de una semana puso en marcha su operativo de verano con el Sistema de Atención al Turista (SAT) en los centros turísticos del sudeste provincial.

El operativo confirmó 54 casos de abuso de alcohol o drogas sólo en los primeros cinco días de puesta en marcha de la acción oficial, que comenzó el pasado 5. Casi la mitad de los atendidos son jóvenes de hasta 25 años, entre ellos seis menores de edad, y un tercio de los casos son mujeres.

El excesivo consumo de bebidas con alcohol fue la principal causa de estos casos de intoxicación en 30 de los internados, entre ellos cuatro de los adolescentes. "El abuso de alcohol es lo relevante", confirmó Irene Sáez, coordinadora de la Región VIII de la Subsecretaría de Adicciones. En cinco jóvenes se constató cocaína y otros tantos habían ingerido psicofármacos. Los otros dos menores presentaban intoxicación por fumar marihuana.

El informe también destaca que la mayoría de los casos atendidos se dieron entre las 3 y las 7 de la madrugada, en coincidencia con el horario de mayor presencia de jóvenes en bares y discotecas.

Sáez remarcó que aun cuando las cifras parecen altas, la cantidad de casos estaría por debajo de los niveles de años anteriores. "Por ahora, la referencia son apenas cinco días", dijo. Y puntualizó que tres de los internados en guardias de hospitales provinciales de la costa atlántica eran motociclistas que se accidentaron cuando estaban bajo los efectos del alcohol.

La intención del plan provincial es, además, realizar un seguimiento de algunos de estos casos que resulten más preocupantes. Así se los podría asistir con atención especializada en el caso en que lo ameritaran, sea por alcoholismo o adicción a las drogas.

El consumo en exceso de bebidas alcohólicas es uno de los temas más preocupantes de cada temporada. No sólo por lo que ocurre durante las noches y madrugadas, sino porque también en las playas se sobrellevan las tardes a fuerza de sol y tragos.

Happy hours
Las consecuencias saltan a la vista, en particular en las principales zonas de esparcimiento nocturno. La calle Alem y sus alrededores, en Mar del Plata, son una muestra contundente cada noche. Se toma en los bares, pero también en las calles.

En los primeros, con el incentivo de la variedad de tragos y periódicas promociones. Los happy hours , con momentos en los que se ofrecen dos tragos al precio de uno, son una constante que se repite en esas barras como en las de las discotecas.

"El límite son los menores, pero ellos siempre se las ingenian para encontrar un quiosco en donde les venden alcohol", confió el encargado de uno de esos pubs.

Pero también se bebe, y mucho, en las calles. El circuito por esas diez cuadras de Playa Grande en las que se reparten los locales que concentran la diversión nocturna parece que se realiza mejor a pie y con un vaso o una botella en la mano. "Así terminan varias noches, con los pibes borrachos y a las trompadas", comentó un vecino, uno de los tantos que cada mañana se despierta con el mismo desafío: cuántos envases de cerveza o champagne encontrará tirados en el parque que tanto cuida.