Rescate en el Everest
Héroes en la montaña más alta


Volvieron los escaladores que salvaron a un grupo de españoles a 8000 mts.

Con unos cuantos kilos de menos, Damián Benegas y Matías Erroz "Matoco" relataron ayer en Buenos Aires el heroico rescate de un grupo de montañistas españoles que estuvieron a punto de morir en el Everest (8848 metros).

El salvataje tuvo una fuerte repercusión en los medios españoles ( ABC , Declive, Barrabes.com ) y provocó polémica, dado que uno de los montañistas españoles prácticamente fue abandonado por el resto de sus compañeros. En España, el alpinismo es un deporte que cuenta con apoyo oficial.

Benegas y Erroz habían alcanzado la cumbre del Everest, la montaña más alta del mundo, el 22 del mes pasado. Pero cuando descendían, en el campamento cuatro, a 7900 m, recibieron una alerta por radio sobre una expedición española que estaba en problemas. Uno de los alpinistas, Manuel González, "Lolo", se había caído y se presumía muerto. "Pensamos que íbamos a subir a identificar un cuerpo y nada más", dijo Benegas tras comentar que ya estaban muy exhaustos por el esfuerzo de la cumbre del Everest. Los españoles provenían del Lhotse (8516 metros), una montaña vecina a la que habían ascendido sin la ayuda de oxígeno.

"Cuando llegamos al campamento de los españoles nos encontramos con una escena trágica: Roberto Rodríguez tenía partes del cuerpo congeladas y ceguera, producto de un edema cerebral, e Isabel García, su esposa, también estaba congelada", relató Benegas. Y agregó: "Estas dos personas no querían recibir ayuda porque no aceptaban el oxígeno, así que tuvimos que actuar casi a la fuerza y derivarlos con un sherpa para abajo".

Pero cuando Benegas y Erroz llegaron a 20 metros del cuerpo de Lolo descubrieron que no estaba muerto. "Le grité «Lolo» y se movió. Eso nos generó un estrés muy grande, nos preguntábamos qué hacer: es más fácil escalar el Everest que sacar a una persona de ahí", expresó. "Resolvimos bajarlo con un sistema de poleas al límite de nuestras fuerzas; Lolo nos decía: «Quiero vivir, hacé lo que tengas que hacer»", relató Benegas. Luego de varias horas, lograron bajar a González sano y salvo. "Esto vale más que las tres cumbres del Everest, el mayor premio que me llevo es la cara de ese señor", dijo Benegas, emocionado.









Fuente: La Nacion .com