en el palais de glace
Dibujos y palabras para contar la historia del país


Se exhiben historietas basadas en momentos clave del pasado.

¿Se pueden contar a través de frases cortas y de una serie de dibujos los episodios fundamentales que tuvieron lugar en estos 200 años de historia de nuestro país?

Sí. Es la propuesta y el desafío de la muestra de historietas "La patria dibujada", que, desde hoy y hasta el 30 de este mes, se puede ver en el Palais de Glace (Posadas 1725), que recurre a las características viñetas del género para volver a poner en perspectiva diez momentos históricos trascendentes en la historia del país.

La Revolución de Mayo (1810), el combate de la Vuelta de Obligado (1845), la Campaña del Desierto (1879), el 17 de Octubre (1945), la Guerra de Malvinas (1982) y la crisis de 2001 son algunos de los episodios que funcionan como disparadores para crear nuevos relatos y nuevas imágenes. Cada historieta fue realizada por una dupla de escritores y dibujantes argentinos como Carlos Nine y Alejandro Dolina, Horacio Altuna y Pablo De Santis, Domingo Mandrafina y Carlos Trillo, Marcelo Birmajer y El Tomi, Oscar Zárate y Lautaro Ortiz, Leopoldo Durañona y José Pablo Feinmann, Francisco Solano López y Roberto Lorenzo.

Se trata de una iniciativa de la Secretaría de Cultura de la Nación, que convocó al escritor y periodista Juan Sasturain para que diera forma a una idea que, lejos del didactismo ingenuo y de toda simplificación histórica, se propone, ante todo, como un ejercicio de libertad creativa.
"Los relatos que aquí se desarrollan son puras y genuinas ficciones, construcciones imaginarias, aventurados relatos libres de mano de obra ocupada en contar lo que nos pasa tras y mientras lo que nos ha pasado", señala Sasturain en el libro que se editó, que recoge cada una de las realizaciones y que se distribuirá en las bibliotecas populares del país.

Una patria de diez plazas

El talento de los realizadores de cada historieta pone de relieve, una vez más, las posibilidades de este género, que atraviesa un momento de gran visibilidad. Cada una de las historietas permite adentrarse no sólo en otros puntos de vista para abordar la historia del país, sino también en los característicos estilos de sus realizadores.

En el centro del círculo que conforman los paneles con las historietas se levanta, además, la escultura La Patria se construye , de Omar Gasparini, en telgopor, que la vista confunde con las calidades de algún material más sólido.

Coronan las paredes de la planta baja del Palais, y rodeando los paneles en los que se despliegan las historietas, se ubica una serie de diez grandes dibujos que son variaciones sobre un mismo objeto histórico: la Plaza de Mayo.

Mientras la línea del dibujante Liniers dio forma a "La Plaza de Malvinas" del 2 de abril de 1982, la de El Niño Rodríguez trae a la memoria la del bombardeo del 16 de junio de 1955. En tanto, Diego Parés convoca, en una obra monocroma, a la plaza de la primera ronda de las Madres en 1977, y la de Crist alude a la de las Invasiones Inglesas como antesala al Bicentenario, entre otras plazas históricas.
Las propuestas de la planta baja del Palais se completan con una exposición en la planta alta, que recorre la historia de la revista Fierro , que fue y sigue siendo un semillero de grandes historietistas, por donde alguna vez pasaron escritores hoy consagrados. "Para mí Fierro fue una escuela. La escuela para narrar con claridad", comentó ayer a LA NACION Birmajer, que aportó esa claridad en la muestra "La patria dibujada" para contar una historia que pudo haber sucedido el 25 de mayo de 1973.









Laura Casanovas
LA NACION